ELORRIO – IURRETAKO · Un derbi ‘generacional’ que dio por bueno repetir el 0-0 de Larrakozelaia
I. Gorriti
· Dos jugadores del Elorrio -veteranos- y dos del Iurretako -jóvenes- coinciden en sus valoraciones sobre el choque de División de Honor disputado ayer en Eleizalde
Pasó desapercibido. Uno más en el Eleizalde. Llegó a las instalaciones en las que jugó en 1954 en el Elorrio, el club de su juventud, el de la villa en la que creció y vivía. Metros antes de entrar al campo, iba recordando cómo hubo un cine por muchos olvidado ya que era el Udala, cómo existía una serrería que curiosamente continúa en activo…
Pagó los diez euros de la entrada y junto a hijo y nieto -tres generaciones- tomó asiento en la grada para ver el derbi Elorrio – Iurretako. Juantxu, como le llaman en casa y los amigos, se mostró contento y evocador: «Qué bien ha chupado el césped artificial el temporal de estos días», valoraba quien años más tarde fuera directivo de la Cultural de Durango, y comparaba con el terreno de juego de los años 50.
«Entonces era Elizalde, siempre lo llamamos así, sin la ‘e’ de ahora, de Eleizalde, y con días como los de tanta lluvia no podíamos avanzar metros, entre el barro y el balón de aquellos de cuero con costuras… ¡A ver quién era el majo que se le ocurría rematar de cabeza!», sonríe quien residió en la casa aún existente que se ubicaba frente a la ya desaparecida estación del tren de Elorrio, y quien en la actualidad vive en Durango.
El encuentro que se preveía vibrante solo fue vistoso en sus primeros lances. Con el paso de los minutos, la lluvia y el cansancio, ambos bandos dieron por buenas las tablas y volver a casa con el reparto de puntos entre amigos, regresar con el mismo resultado que se vivió meses atrás en Larrakozelai (0-0).
· Ocasiones por ambos conjuntos · Días antes, la prensa había tratado de animar al público a acercarse al feudo elorriarra. Así, en un bonito reportaje del periodista Jon Baraja, Xabi Heredero, del Iurretako, aventuraba “un 0-1 y en el último minuto”. El gol no llegó a estrenar el marcador. Como resaca del partido, Heredero hace balance del derbi: «La primera parte fue intensa. Se dieron ocasiones por ambos equipos (un larguero del Elorrio y dos claras nuestras de Kiki) que podían haber adelantado a cualquier equipo», valora y continúa con el balón en su cabeza: «La segunda parte fue de pocas ocasiones, con menor grado de intensidad. Parecía que ambos equipos dábamos por bueno el empate. Ninguno de los dos arriesgó», concluye.
Días antes, también, este periódico digital recogió las impresiones de Jon Garamendi, portero que tras una lesión había permanecido alejado de los terrenos de juego y que volvía al Elorrio, aunque vio el partido desde el banquillo. Mendi aseguró que el derbi oiría los tres pitidos finales del colegiado con un 1-0, diana transformada por Cristian Cedeño. Tampoco fue así. Mendi retoma la jugada: «El partido empezó con mucho ritmo, con una ocasión muy clara para ambos equipos. Fue un partido muy igualado en todo momento, de mucha intensidad, con los dos equipos realizando una labor en defensa notable, de ahí que hubiera pocas ocasiones. Reparto de puntos justo», bloca.
· Aprecio · Aquel juvenil del Elorrio continuaba interesado el partido. Juantxu se reía con las ocurrencia de su nieto, como si Eleizalde fuera ayer San Mamés, con el mismo bocadillo del descanso, con la misma ilusión. El txikitxu llamó a Iker Txertudi, del Iurretako, «paquete», de algún modo le estaba trasmitiendo su aprecio, el mismo que le envió con un saludo a Xabi Heredero, ambos entrenadores del pequeño en la escuela de fútbol Gertasport de Iurreta.
Txertudi hace hoy valoración del encuentro. «La primera parte fue bastante intensa y con ocasiones de hacer gol para los dos equipos pero sin mucho fútbol. La segunda parte bajo en intensidad y los dos equipos dábamos por bueno el empate», coincide con los otros futbolistas y continúa con sus ejercicios de calentamiento: «Fue un partido que para ver resultó un poco pesado a pesar de ser un derbi que tenia su morbo».
· Un derbi con un hermano en cada bando · En el Elorrio, todo un veterano como es Raúl ‘Rata’ se mostraba con intención, era de los que más que parecía dispuesto a tirar hacia arriba con toda la munición. «Fue un partido trabado con únicamente ocasiones al principio. El Iurretako tuvo una ocasión clara con mi hermano Cristian. Y nosotros, un larguero de Gorroño. Nos conocemos bien los dos equipos y po eso según pasaban los minutos el partido se puso feo y con muchas interrupciones», valora por la banda y continúa por el mismo carril: «El resultado fue justo».
62 años después, aitite y nieto también dieron por bueno el resultado. El primero porque el Elorrio fue su equipo y el segundo porque sus entrenadores militan en el Iurretako. «Pero, ¡joe!, podían haber metido algún gol», se lamenta la tercera generación.