PREOCUPACIÓN CIUDADANA POR EL INCREMENTO DE ACCIDENTES URBANOS EN DURANGALDEA · Dos atropellos en Abadiño en una semana

I. Gorriti

Son muchos -todos- los detalles para la reflexión sobre el por qué del incremento de atropellos en pasos de peatones y otros lugares de vías urbanas en Abadiño, Iurreta o Durango en los últimos tiempos. La mayoría no trasciende a la ciudadanía, pero cada vez son más y algunos con trágicos resultados.

Paso de peatones iluminado y señalizado en Abadiño a su llegada al barrio de San Fausto de Durango. · PHOTO · I. Gorriti

Si cada uno -seamos conductores o no- nos detenemos unos minutos a pensar, las razones potenciales se multiplican. Todo es más complejo de lo que imaginamos. Esta misma semana se han dado, al menos, dos atropellos en Abadiño. Uno se produjo  la noche del pasado martes en un paso de cebra en Laubideta kalea (Traña-Matiena), y otro el jueves por la tarde en una calle del barrio de Muntsaratz.

· Hospitalizadas · En el primero citado, la persona que conducía un Volkswagen Polo -según ha detallado la Ertzaintza a Mugalari– alcanzó con su vehículo a dos chicas que cruzaban el paso de cebra mientras paseaban a dos perros. El accidente provocó, según testigos, que una de las jóvenes quedara sobre el coche y otra saliera disparada. Los perros también fueron atropellados y uno con el susto desapareció y se le encontró días después. Las dos abadiñarras permanecen hospitalizadas en la Virgen Blanca, tras una primer ingreso en el Hospital de Galdakao, y según informaciones cercanas a las familias «evolucionan favorablemente».

Calle Laubideta en la que el pasado martes una persona atropelló a dos chicas jóvenes y sus dos perros. · PHOTO · I. Gorriti

El jueves pasado, otra persona con un perro, según testigos, salió corriendo de noche detrás del can y fue alcanzada por otro coche en una calle de Muntsaratz. La familia acudió el viernes a la policía de Abadiño. La semana pasada se sufrió otro golpe en una calle de Durango. En mayo de 2014 una mujer octogenaria fue atropellada en Iurreta y en noviembre del mismo ejercicio, la Policía duranguesa pedía ayuda ciudadana para esclarecer cómo una mujer sufrió otra embestida en un paso de peatones de Fray Juan de Zumarraga.

Las carreteras de estas poblaciones, como de otras, también han causado fallecidos. Aún se recuerdan, pérdidas humanas, por ejempo, en Traña-Matiena.

· «Infinitas causas» · Especialistas aseguran que son muchas -«infinitas»- las causas que conllevan a que conductores y peatones sufran estos accidentes. Puedes ir cruzando un paso de cebra tranquilamente como lo hacían las jóvenes en Laubideta y ser embestido. Puede ir el conductor con todo tipo de precauciones y darse casos de atropello.

Las tecnologías han incrementado las distracciones en los vehículos: hablar por teléfono móvil, programar el GPS mientras se circula, estar enviando mensajes de móvil, buscando un CD… pueden ser algunos de los factores de mayor riesgo. «Las prisas, vivimos demasiado rápido y tenemos que estar informados de todo en todo momento, por ejemplo con los WhatsApps», valora un agente de policía consultado.

Un paso de cebra del casco urbano de Iurreta. · PHOTO · I.G.

«¡Hagan algo! De noche y lloviendo no se ve a las personas cruzar los pasos de peatones»

I. Gorriti

Por otro lado, diferentes conductores han insistido a este medio que se solicite a las instituciones una mayor señalización de los pasos de cebra, «sobre todo de noche», enfatiza una abadiñarra. «En Durango, por ejemplo en Landako, si llueve ves los pasos de cebra, pero no si alguien está cruzando. A todos nos ha pasado, darnos cuenta en el último momento», valora un iurretarra que agradece cómo está señalizado un paso de peatones en Abadiño, en la frontera con el barrio durangués de San Fausto. «Quizás así debieran estás iluminados y señalizados todos, pero ya es el momento de hacer algo más serio», propone. En esta villa, meses atrás un coche golpeó a unos niños que pasaban en bici por un paso de cebra de Landako etorbidea.

Los transeúntes también deben aumentar las precauciones, «no bajar la guardia», para garantizar su seguridad al cruzar un paso de peatones o carretera y recordar que se dan todo tipo de casuísticas.