40 FOTOS DE ‘JUKEBOX EKAHITZA’ Y UNA MENTIRA · Platerouack, Bob Paddley, Itsurionak, Foier & friends
Texto y fotos · Stan Wise
Si las bocas hablaran… Si las narices respiraran… Si los oídos escucharan… Si las manos sintieran… Si la lengua… besara. Si todo ello; todo sería distinto.
Sin embargo, sin todo ese caos globalizado tampoco serían posibles actos como el que ayer se folló en Plateruena. Jukebox ekahitza tronó con amantes de la palabra, de la sangre caliente. Sus partículas creativas quedaron suspendidas en el aire, como pshyco-fonías. Todo remitía a Arte urbanita. Lo etnográfico-fotográfico también se coló -sin saberlo- como parte del espectáculo. Lo cotidiano. Lo importante y lo urgente de la mano. Y dicen que vieron a Paddy Rekalde deslizarse por el tobogán de un micrófono con muerte y gloria: libre el micrófono, libre él. Dicen que Itsua sintió hormigueos de taladradora callejera en sus dígitos mientras cortoneaban sinuosas las melodías y los beats. Dicen que Oier Flores campó a sus anchas por los pastos de Platerouack bosquejando el blanco y el negro. Allí invitó a sus amigos de imborrable talento y compromiso presente y futuro. Y por su suelo se dejaron caer zotes como Jack, Strummer, Patty, Bob y las bocas, las narices, los oídos, las manos y, a pesar de todo, no faltaron besos. Dicen. Dicen que dicen.
Etiquetas: Durango, Itsua, Jukebox Ekahitza, Oier Flores, Paddy Rekalde, Plateruena