Fallece el gudari Miguel Soreasu del Batallón Otxandiano del PNV a los cien años de edad en Santutxu

MUGALARI, MEDIO REFERENTE EN EUSKAL HERRIA SOBRE LOS ÚLTIMOS GUDARIS Y MILICIANOS DE 1936

Iban Gorriti

· La parroquia de El Karmelo acoge hoy los funerales católicos por el afiliado al partido jeltzale a las 19.00 horas

Son contados los soldados del Ejército del Gobierno vasco del lehendakari Aguirre que han rebasado los cien años. Es el caso de Antonio Izagirre (102 años), de La Quadra; Fructuoso Pérez Arrospide o Miguel Soreasu Badiola. Encontrar a este último no fue fácil, aunque curiosamente estuvo en el Gudari Eguna de Artxanda pero él pasaba desapercibido: estaba presente en La Huella, pero no era protagonista como sí lo son José Moreno (organizador) o Manolo Sagastibeltza. Soreasu falleció el pasado jueves en Bilbao y esta tarde de lunes se oficiará una despedida religiosa cristiana en la iglesia parroquial de El Karmelo, de Santutxu, a las 19.00 horas. 

Miguel Soreasu el pasado octubre en Santutxu. · PHOTO · Iban Gorriti

Tuvimos la suerte de conocerle en profundidad hace tan solo tres semanas. Sí le conocíamos de varios años en el Gudari Eguna de Artxanda. No fue fácil, sin embargo, dar con él. Las pistas situaban a Soreasu en su natural Azkoitia. Sin embargo, ha residido en Santutxu, después de toda una vida viviendo en el centro de Bilbao. Él es uno de los últimos vivos del Batallón Otxandiano -nunca digamos el último-. El 4 de enero cumplió un siglo de vida, pero su forma de ser ha llevado a que sean miles las incógnitas de su pasado en la Guerra Civil. ¿Estaría en Durango el día del bombardeo de 1937, municipio en el que murieron algunos de sus compañeros del batallón número 37 Otxandiano, del PNV?

· De la compañía Alberdi · Hablaba poco, pero no olvidaba detalles como que este antifranquista formó parte de la compañía Alberdi de esta unidad de lucha del Eusko Gudarostea. Nació en Azkoitia, hijo de Eustaquio Soreasu y Francisca Badiola. El primero, carnicero, falleció cuando Miguel tenía siete años. Al quedar viuda, Francisca buscó trabajo en Bilbao en casa de Víctor Chávarri Salazar, marqués de Triano, y considerado el primer capitalista vizcaino, fundador de La Vizcaya, fusionada con Altos Hornos de Vizcaya AHV. Cuenta con dos esculturas: una en su natal Portugalete y otra en la estación de la Concordia, en Bilbao. La madre de Miguel comenzó a trabajar en la casa de la Gran Vía como aña.

Miguel y su hermano quedaron al cargo de una tía en Azkoitia. El primero acabó viviendo cerca de su madre. Fue a vivir a Las Arenas cuando tenía 14 años. En los años previos a la Guerra Civil, trabajó en la ferretería La Bolsa, de los austriacos Yohn y CIA. Era pinche, recadista.

De orígenes familiares carlistas, tanto él como su hermano siempre han tenido ideales nacionalistas vascos. De hecho, los dos, Bittor y él, fueron alistados como gudaris en el batallón Otxandiano, del PNV. “A mi hermano le hirieron en Villarreal”, rememora y cita frentes de batalla en los que luchó contra el fascismo: Saibigain, Akarregi e Intxorta.

El gudari Soreasu, primero por la izquierda con un fusil en sus manos en el frente de Markina. · PHOTO · Familia Soreasu, cortesía de Mauro Saravia

· Fugado del Arriaga · “A mí me detuvieron en La Peña”, explicaba el pasado 15 de octubre, dato que podría ser muy cierto ya que el comandante Koldo de Larrañaga cayó en junio de 1937 en la defensa del monte Malmasin. Su hijo, José Miguel, le preguntaba cómo fue apresado y qué recordaba de su presunta estancia en el Teatro Arriaga. “Me fugué del Arriaga”, asentía y queda la duda de si tras la detención le llevaron a este edificio y, “al parecer, conocía el teatro y se escapó por una puerta trasera, por eso creemos que no pisó cárcel alguna, pero todo es un poco incierto porque ha sido de esos hombres que no han querido hablar de la guerra. Ha sido de muchos amigos, pero siempre buscando la soledad”, aportaba José Miguel.

Desde la Sociedad Aranzadi, Jimi Jiménez constata que el Teatro Arriaga fue uno de los innumerables “puntos de detención” en los días en que Bilbao fue ocupado por los fieles a los militares golpistas españoles. Al finalizar la guerra, hizo la mili en Nafarroa -“estuve en Burguete”- y volvió a trabajar como ferretero, en este caso en Ercoreca. Contrajo matrimonio con María Dolores Iza Mintegi en octubre de 1941 en Artxanda y la familia conserva aún un salvoconducto que le hicieron para poder ir de viaje de miel a Zaragoza. Dieron a Euskal Herria cuatro hijos: José Miguel, María Begoña -fallecida- Javier Tomás y María Aranzazu.

El pasado junio en La Huella, Artxanda: los gudaris Soreasu, Manolo Sagastibeltza y Fructuoso Arrospide, junto a un descendiente de Miguel. · PHOTO · Iban Gorriti

A pesar de seguir a afiliado  hasta su muerte al PNV en el batzoki de Santutxu, nunca ha querido hablar de lo que luchó en la guerra. Siempre ha preferido, por ejemplo, conversar sobre su pasión por la montaña. Socio del Bilbao Alpino Club, subía al Pagasarri durante todo el año y se duchaba con el agua de la fuente de Tarín, incluso los días que nevaba. “Total, el agua está a 11 grados, está más caliente que la temperatura de la calle”, solía repetir.

Tal era su salud que hace diez años se cayó en Gorliz de bruces y en Basurto lo deshauciaron, pero sobrevivió. “Vi cómo le dieron la extremaunción. Nadie podría creer que le dieran el alta. A día de hoy en el hospital algunos aún le llaman Lázaro, por el de la Biblia, que se levantó y anduvo”. Hace tres años, además, le operaron de cataratas. El pasado enero, el entonces alcalde Ibon Areso le visitó en el batzoki de Santutxu para felicitarle el día de su cumpleaños. Hoy, a las siete de la tarde se le oficiará el funeral de despedida en El Karmelo.

Tu publicidad en Mugalari

Mugalarin, maite zaituztegu!