EXPO · ‘Textura’, la expresión actual de Bittor Cámara, aquél que pintaba grafitis

Texto y fotos · I. Gorriti

Las texturas vuelven loco a Bittor Cámara, aquel bebé que nació en Berriz en 1978. En su ser, con como escamas de piel que mudan, son obras de arte de otras expresiones plásticas que pasan desapercibidas y que él tiene a bien reutilizar. Veintiocho años después de aquella buena familiar, un total de 17 cuadros llevan su única firma paterna y cuelgan de las escarpias de la casa de cultura de su localidad natal.

Esta tarde, se inaugura la interesante muestra (18.30 horas) con su presencia, la de -apunten-, un licenciado en Bellas Artes diplomado en diseño; profesor de secundaria funcionario de la Comunitat Valenciana en excedencia y con un bagaje cultural curioso, por ejemplo, disfrutado en Nicaragua. Todas esas pieles, escamas, capas, texturas habitan en él y desde hoy las exhibe por primera vez ante el público.

· Color y horas de trabajo · Cuando uno llega al hall de entrada de la casa de cultura de Berriz se topa con casi una veintena de obras de arte. A primera vista, color. A primera vista, imágenes instantáneas: iconos gráficos de mujeres como Audrey Hepburn, Marlene Dietricht, Marilyn Monroe o la política de hierro Margaret Thatcher. A segunda mirada de pájaro, se atisba trabajo, muchas horas de trabajo acumuladas con Arte en cuadros con diferentes formas de afrontar un collage, por ejemplo. De ahí, de todos ellos, el título ‘Textura’.

«No espero nada especial de la exposición. En verdad, poco. Qué venga la gente que esté interesada en verla. No siento la necesidad de que me digan si les gusta o si no… Lo que sí quería a la hora de montarla es compartir mi trabajo con la ciudadanía», valora mientras da los últimos retoques a la sala.

· Un cuadro de partida · Cámara -como firma sus obras- sí ha notado «un poco de tensión a la hora de ir montándola, pero ha merecido la pena», agrega satisfecho. En la muestra hay un cuadro que es un antes y un después en su trayectoria. Es un arco que une lienzo y madera. Es el más diferente, en el primero que comenzó a trabajar texturas. «He estado 14 años en Valencia y estaba con ganas de volver, por ello pedí la excedencia. Ese cuadro refleja un poco ese comienzo de cambio. A mí aún se me recuerda como aquel que pintaba grafitis; pues bien, ahora hago esto», transmite.

De ahí a acercarse a reutilizar materiales: ya fueran carteles de calle que se han ido pegando uno sobre otro y al arrancarlos como un solo material, a partir de ahí con un cutter va cortando capas; o crear un perro con infinidad de trozos de revistas en los que hay pelo de verdad… El de Berriz también juega con las formas de triángulos o círculos. «Un cuadro, por ejemplo, está hecho a partir de uno encontrado por mi padre en la basura. Me lo subió a casa y me dijo: con esto igual puedes hacer algo», explica y ahí volcó todo su Arte el hijo. Quizás algún vecino de la anteiglesia se acerque a la exposición y se sorprenda si lo ve. «Pues podría ser…», se ríe y agrega: «Ahora está reutilizado; me gusta más el significado de reutilizar que el de reciclar: un objeto podemos utilizarlo para otra cosa, sin necesidad de deshacerlo».

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Horario

De martes a viernes: de 18.30 a 20.30 horas.

Sábados y domingos: abierto en horario de actividades de la casa de cultura.