Según explican ‘Las resistencias’ serán el concepto clave de los trabajos que desarrollarán por parejas. ‘Entre arenas‘ parte de la situación socio-política del Sahara Occidental como reflejo de las injusticias que se dan en otros muchos lugares del planeta. «La resistencia como forma de oposición a toda situación injusta se convierte así en elemento fundamental en el trabajo que realizarán los artistas por parejas», valoran. En noviembre, cada binomio artístico dará a conocer el proceso desarrollado hasta entonces en ARTifariti, Encuentros Internacionales de Arte y Derechos Humanos en el Sahara Occicental.

El durangués Karlos Martínez es un escultor y artista interdisciplinar que ha trabajado a lo largo del último año con grupos y cooperativas de mujeres tejedoras del Magreb, y ese hecho ha resultado ser fundamental a la hora de optar por una de las residencias artísticas. “La colaboración con otro artista y el hecho de que la residencia se lleve a cabo en dos contextos tan diferentes (Sahara-Donostia) es importante para mí. Además me aportará una visión real del uso de la práctica artística como herramienta de resistencia, compartiendo y comprendiendo la realidad del día a día en la actividad cultural dentro de los campamentos refugiados. Será especial, sobre todo en el aspecto emocional”, aportaba antes de viajar al Sahara.

Comunicado íntegro del proyecto ‘Entre arenas’

Ibon Salvador y Karlos Martinez, los dos artistas vascos inmersos en las residencias artísticas del proyecto Entre arenas, han visto truncada la experiencia que estaban viviendo en los campamentos de refugiados del Sahara. Las inundaciones que están azotando la región han tenido gravísimas consecuencias para la población de los campamentos, por lo que los artistas vascos regresarán al País Vasco el domingo.

Después de dos semanas de trabajo conjunto, las fuertes lluvias que, según las previsiones no remitirán en los próximos días, han provocado que las prioridades ahora sean otras. Federico Guzmán, artista sevillano y coordinador de las residencias artísticas, destaca que “ahora lo que más importa es la supervivencia. Las casas están cada vez más mojadas y el riesgo de derrumbe es cada vez mayor. Ahmed, uno de los artistas saharauis, ha perdido su casa y Nasra, la artista del cuarteto, debe colaborar con la familia en este contexto tan complicado”.

· “Una experiencia humana” · El vuelco que ha dado la situación en los campamentos no es óbice para que Federico Guzmán califique de positiva la experiencia. “en estas tres semanas hemos creado un espacio de diálogo y la base para que florezca un trabajo conjunto. No he visto nunca a artistas de dos culturas diferentes establecer un proceso de exploración totalmente abierto. Ha sido bonito e intenso. Una experiencia más allá de lo meramente artístico, una experiencia humana”.

Karlos Martínez, escultor y uno de los artistas seleccionados para las residencias, también califica de positiva la experiencia. “Después de una primera semana en la que tuvimos que amoldarnos a la nueva realidad, conocernos y ver cómo generábamos los encuentros, hemos empezado a hacer ejercicios y estábamos sumando experiencias. Ha sido bastante provechoso hasta que han llegado las lluvias”.Guzmán subraya que la situación es extrema por lo que “el proyecto seguirá en San Sebastián cuando los artistas saharauis se desplacen allí y puedan continuar esta preciosa conversación que indudablemente se enriquecerá más con el trabajo que realicen en Donostia”.