La Asociación Vicente Zavala estrena una web que atesora todo el legado cultural del recordado jesuita de Durango

I. Gorriti

Un grupo de personas de Durango continúa su trabajo en una asociación cultural de recuerdo vivo a la obra y persona de Vicente Zavala, sacerdote de Tolosa que hizo su entrega profesional en Durango y publicó numerosos libros sobre la villa. La junta directiva que se reunió el pasado día 19, esta representada por Javier Sagastizabal, quien ostenta el cargo de presidente, Miriam Condon (vicepresidenta), Maite Condon (tesorera), Mari Jose Lavín (secretaria) y los vocales José María Urquizu, José Luis Gallastegui e Iñaki Loinaz. La agrupación estrena la web interactiva http://www.asociacionvicentezavala.com/

La entidad sin ánimo de lucro la compone en este momento 60 socios y sueñan con «alcanzar el centenar para finales del año próximo», invitan. ¿Pero quién era Zavala? Vicente Zavala -siempre escribió su apellido con ‘v’- era jesuita y desarrolló su trabajo pastoral fundamentalmente en la Parroquia de San Fausto. Fue él quien emprendió «la restauración de la ermita» de este barrio durangués que «estaba en estado ruinoso y fue su primer párroco».

Falleció de manera inesperada en agosto de 2004. Además de su labor pastoral y social desarrolló un importante trabajo cultural a través de ‘Ediciones Kurutzeaga’. «Nuestra labor lo que pretende es conservarla y continuar con ella», explican a este periódico. Son 30 los títulos publicados a lo largo de los años en que estuvo en activo en San Fausto. Siempre sobre temas durangueses, sean biografías, historias de instituciones de la villa, trabajos de naturaleza histórica,… «Su muerte produjo una gran conmoción y nadie se hizo cargo de su legado cultural que quedó almacenado en diversos lugares. Había libros en los conventos de las monjas salesas y Santa Susana, en los locales de las Congregaciones Marianas, Vera Cruz,…», informan.

En 2012, la iglesia de San Fausto tuvo nuevo párroco: Iñaki Loinaz, durangués natural del mismo barrio», monaguillo de Vicente Zavala en sus años juveniles y en quien Vicente despertó, al igual que en otros jóvenes colaboradores suyos, la vocación sacerdotal», valoran desde la asociación y agregan: «A su llegada se interesó por la suerte que había corrido la obra cultural de su maestro espiritual y estableció contacto con algunos de sus colaboradores parroquiales que contactaron conmigo para poner en marcha algo que pudiera continuar la obra. Barajamos varias posibilidades pero vimos que la fórmula más barata y sencilla era constituirnos en asociación y así lo hicimos a finales de 2012».

Empezaron reuniendo la obra dispersa por diferentes locales con el fin de reunirla en un lugar donde poder inventariarla. «Para ello contamos una con una colaboración que merece ser destacada, la de las Religiosas Clarisas de San Francisco que nos cedieron de forma desinteresada un local en la casa vicarial donde pudimos almacenar los libros», exponen.

Había varios libros agotados (especialmente los primeros títulos) y además en los trasiegos se habían perdido libros, «cosa inevitable». «Esto se ve porque en obras compuestas de varios tomos hay sobran de unos y faltan de otros. Que había montones de libros de los últimos títulos y que había una obra pendiente de publicarse».

| Obra repartida | Por otro lado, este colectivo partía de cero. «No teníamos ni una peseta. Nuestro único patrimonio eran unos libros que el más moderno tenía cerca de diez años de antigüedad, lo que le hace invendible salvo que se trate de una obra maestra de la literatura universal. Pensar en publicar la obra pendiente y reeditar las agotadas resultaba totalmente quimérico, en vista de lo cual decidimos crear una página web en la que, entre otras secciones, está una dedicada a las obras publicadas. En ella se han incluido integramente las obras agotadas y la pendiente de publicar de forma que cualquier persona puede imprimirlas total o parcialmente. En esta misma sección aparecen las obras que están a la venta en la librerías Etxebarria, Hitz e Irakurri a precios de oportunidad».

La asociación cuenta con una web que se presenta con un «quiénes somos«. Además, «Durango en el mundo». «Hay una breve referencia a las poblaciones que llevan nuestro mismo nombre, que son más de «los tres Durangos» de los que se habla».

– Otros Durangos: «Aquí aparecen los diversos usos que se ha hecho del nombre Durango (callesd de diversas poblaciones, apellidos de personajes ilustres, conjuntos musicales, modelos de automóviles (existe el Dodge Durango),…»

– Durangueses en el mundo:  «Aquí pretendemos que nos cuenten sus experiencias los durangueses a los que les ha tocado salir de su tierra en busca de trabajo o por cualquier otra circunstancia».

– Agenda Durango: «Está a disposición, por supuesto de forma gratuita,de cualquier organización de nuestro pueblo para que «cuelgue» los diversos actos que organicen. Y aquí cabe de todo, deporte, conciertos, campeonatos de mus, actos religiosos o civiles…»

La junta de esta entidad llama a la colaboración para que la web tenga un mayor contenido. «A pesar de nuestro interés (hemos visitado a varias entidades ofreciéndoles nuestros servicios) no se utiliza este espacio. Y es una pena porque si así fuera cualquiera que entrase en la web se encontraria con todas las actividades, cronológicamente ordenadas, que puede haber en Durango. Tampoco los durangueses residentes fuera de su tierra parece que tienen tiempo para contarnos algo». Sin embargo: «Confiemos en que se vayan habituando a usar estas herramientas que ponemos de forma desinteresada a su disposición».

La labor de investigación de Vicente Zavala fue destacada. «Creemos que pocos pueblos, como el nuestro o mayores, pueden presumir de que se hayan publicado 30 obras sobre sus personajes, historia, instituciones, edificios. Por ello, una de las primeras cosas que hicimos fue tratar de colocar la obra de Zavala en los lugares que debe estar y para ello la hemos repartido por todos los colegios de Durango, bibliotecas públicas, monasterios, euskal etxeak de España y América para lo que hemos contado con la eficaz colaboración del departamento de Acción Exterior del Gobierno Vasco. Resulta curioso que no es fácil regalar libros porque las bibliotecas tienen auténticos problemas de almacenamiento», valoran.

Para la confeccion de la web han contado con una subvención municipal, además de otra de La Caixa y «a pesar de ello nos endeudamos porque el escaneado de todas las obras agotadas y de la pendiente de publicar supuso mucho trabajo, una parte del cual nos vimos obligados a contratar». Aún así, la lotería que pusiern a la venta en Navidad tuvo premio. «Parece que Vicente Zavala se está entrenando para hacer los primeros milagros porque en el pasado sorteo de Navidad sacamos la clásica lotería con recargo que obtuvo un premio de 11 euros por cada euro jugado. Entre el margen de distribución y la renuncia a cobrar los premios hemos podido pagar «los cañones» de la web», agregan. Los ingresos de la agrupación son las cuotas de los socios (20 euros al año), la distribución de lotería y algún donativo.

Bio | Padre Zavala

Texto | Asociación Vicente Zavala

Nacido en Tolosa en 1931, estudió en el Colegio de San José de los jesuitas en Durango. Profesó como jesuita y al término de su formación eclesiástica fue destinado al Colegio de Durango y después a la parroquia de San Fausto donde desarrolló la mayor parte de su labor pastoral, social, deportiva y cultural, falleciendo en agosto de 2004.

El Padre Zavala. | PHOTO | AVZ

Durango fue su único destino como sacerdote, integrándose plenamente en nuestro pueblo. Mostró especial sensibilidad por las manifestaciones de religiosidad popular y nos atrevemos a afirmar que su labor fue decisiva para que se mantengan antiguas devociones como los meses de mayo y octubre en Tabira, las procesiones de Semana Santa, etc. En consonancia con todo esto recuperó entidades religiosas que habían cesado en su actividad como las cofradías del Rosario o de la Vera Cruz, Congregaciones Marianas, etc.

Esto le animó a emprender la restauración de las iglesias de Tabira (San Pedro y Nuestra Señora del Rosario) y la reconstrucción de la ermita de San Fausto que permanecía en estado ruinoso para vergüenza nuestra , pues los durangueses no habíamos sido capaces de hacer un esfuerzo en favor de la sede de nuestro patrón. Aquí se instaló la nueva parroquia de la que Vicente se hizo cargo prácticamente hasta su fallecimiento, en total armonía con sus feligreses, la mayoría de ellos emigrantes llegados de todos los puntos de la geografía peninisular en la década de los cincuenta del pasado siglo y que destacaban por su activa participación en la vida parroquial y del barrio.