Mujer de Gorka Fraile: «Le he hecho saber que Euskal Herria se ha movilizado para garantizarle trato digno en el Hospital»
I. Gorriti
| La familia del durangués cursará una queja al paciente en el centro hospitalario extremeño por el trato indebido ejercido por una sanitaria, caso aislado
| Los cuatro médicos se han mostrado «contentos» por su evolución y aseguran que mañana ya podrá hablar
| La familia confirma que Mugalari es el único medio que se ha puesto en contacto con la mujer del preso vizcaino
«Ha sido un encuentro muy emocionante. Me he encontrado a Gorka en su habitación ‘dormidico’. Le he llamado y se ha asustado, pero seguido me ha lanzado una sonrisa», son las palabras de Juli, mujer de Gorka Fraile, preso político de Durango que ayer fue operado de un cáncer de lengua después de un preoperatorio en el que la familia ha denunciado que cuatro policías no le dejaron descansar.
Este periódico ha sido el primer medio en dar a conocer que esta mañana el vizcaino de 44 años ha despertado antes de tiempo, lo que significa, según los médicos, que está «fuerte». Esta tarde, Fraile ha recibido la visita de su compañera que se ha desplazado con la hija de la pareja Ilazki y dos familiares más a Badajoz, ciudad extremeña en la que está internado el preso en el Hospital Infanta Cristina.
Aunque dos personas podían visitarle, las desplazadas han decidido que fuer Juli quien hiciera uso de la media hora de encuentro que ha acabado siendo una hora, porque «hemos sido la última consulta y a la médico se le ha ido retrasando. Ha sido una suerte».
En todo momento, Juli ha estado acompañada por dos policías, tras ser cacheada para poder entrar a la habitación de la zona de reanimación, es decir, aún no le han llevado a planta. «Por suerte, al ser un tipo UCI, la policía no puede hacer ruidos como le hicieron la noche anterior a la operación. Vamos a hacer todo lo posible por garantizar que le traten bien en planta y solo queremos que pase esto y vuelva a su celda», comunica desde el centro hospitalario.
| Informe médico positivo | El informe de cuatro médicos es positivo. «Me han dicho que están contentos por cómo va todo, que Gorka está recuperándose muy bien y que mañana podrá hablar. Hoy, él se comunicaba conmigo a través de un abecedario», agrega.
Juli le ha encontrado temeroso por lo que le pueda pasar en próximas horas. «Ya le he tranquilizado diciendo que Euskal Herria se ha movilizado para garantizarle un trato digno, que está en su derecho. Le he hecho saber que abogados, médicos… todos estáis haciendo lo posible porque se cumpla la ley, y que se está denunciando los tratos. Pero él tiene miedo de que vuelvan a tratarle mal hasta el punto de que hoy no quería quejarse del ‘maltrato’, así lo ha llamado él, que le ha estado haciendo una enfermera».
Según explica la mujer de Gorka, cuando ella se ha quejado a la médico presente por los tratos indebidos de una enfermera, la doctora le ha apartado del seguimiento y la ha reemplazado por otra. «Gorka no aguantaba los comentarios irónicos que compartía con los policías, además de otras formas de actuar», explica Juli y rememora cómo la médico ha dicho que «esté tranquilo, que no va a pasar más».
| Una paradoja | La mujer de Fraile explica una paradoja. «Parece increíble que estemos deseando que vuelva a su rutina carcelaria cuando por estar en un hospital debería estar cuidado entre algodones tras una operación de esta envergadura».
La medicación le permite recuperarse sin dolor. «Gorka me ha pedido que le den algo para dormir bien, que tiene mucho sueño y que quiere descansar. La médico ha dicho que sin problemas. Y es que necesita tranquilidad. Vamos a seguir haciendo lo imposible por que esté lo mejor posible», valora su mujer quien sabe lo delicados que son los posoperatorios relacionados con la lacra del cáncer. «Lo sé porque hace un mes murió mi madre precisamente de cáncer y es una pasada con el cariño que te tratan… por lo que solo quiero que a él también lo hagan, solo pienso en que cuanto antes vuelva a su rutina carcelaria, puede parecer increíble, pero es así porque allí tiene su rutina y espacios que controla, aquí está como desprotegido».
| Agradecidas al Hospital | Juli quiere dejar bien claro que están muy agradecidos a los profesionales del Hospital Infanta Cristina. «Sí, salvo esa enfermera, no tenemos queja alguna, al contrario. Ha sido un caso aislado», incide.
A pesar de los nervios, la pareja ha conseguido tranquilizarse. «Ha habido momentos muy bonitos, de echarnos unas risas. De comentar cómo nuestra hija Ilazki pregunta por él y que nos dice que quiere estar con su aita, verle», opción que el hospital no permite.
Ahora Gorka Fraile descansa. Mañana volverá a tener cerca a los suyos desplazados hasta Badajoz: su hermana Pili y su tía Txaro, así como a Ilazki y a Juli, que han tenido a bien enviarnos a Mugalari fotografías tomadas en el hospital, centro sanitario que recibe a familiares con el lema: «Trabajamos por tu salud».
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