¡YO ESTUVE ALLÍ! (2) | Con 8 no basta…, 9 reflexiones sobre el concierto de la Marea Naranja
Mugalari
| Debido a que personas que no pudieron estar presentes quieren hacer donaciones a la Marea Naranja, La Cuadri del Hospi mantiene abierta una Fila Cero del concierto para que puedan decir bien alto: “¡Yo también estuve allí”
Laboral Kutxa
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En los años 80 había una serie de televisión que se llamaba ‘Con 8 basta’. Tras un concierto tan mundial, tan necesario, como el del pasado sábado de la Marea Naranja en el que lo dieron todo los grupos Guda Dantza, Zebel y Hora 13, creemos que con 8 no basta, por ello, presentamos a continuación 9 reflexiones sobre el festival benéfico, solidario, de ocho personas que estuvieron allí y de una que no lo estuvo pero lo sintió así. Todavía estás a tiempo de mostrar tu solidaridad, como lo hicieron numerosas personas que disfrutaron de una noche única, irrepetible. Tras leer estos textos, quizás te entre la ‘envidia’ de no haber estado allí. Fue mágico.
Libe Laraudogoitia
Tía de Ekaitz Laraudogoitia del Amo
¡Yo estuve allí! El 6 de junio de 2015. Después de varios meses de nervios y preparativos por fin llegó el día. Llegó el día de disfrutar, de bailar, de cantar y de homenajear al «pequeño gran hombre». Y de ello se encargaron Guda Dantza, Zebel y Hora 13. Quiero desde estas líneas agradecer a los tres grupos la calidad artística que tuvieron, pero si como artistas fueron grandes, como personas lo fueron mucho más.
Y quiero agradecer especialmente a Zebel por cómo se han involucrado personalmente en todo y por haberle hecho a Ekaitz el mejor homenaje que se le podía hacer. ¡’Storm’ ya es inmortal!. Olmo, Kero, Alber, Iñi, Jo: ¡Sois increíbles! Marta, con el violín y Johanna al piano eskerrik asko por subiros a la marea. Ya ti ( aita, osaba Abu, Txarly, Carlos), que sepas que Uxue, Liher y yo, estamos súper orgullosos de ti. Han sido meses muy duros, pero con la energía que nos manda Ekaitz poco a poco iremos tirando. Por el y para el. ¡Yo estuve allí!
Sergio Quero
Guitarrista del grupo Zebel
Yo estuve allí, en esa noche llena de emociones, alegrías y tristeza, de sonrisas y lágrima, de besos y abrazos, Estuve allí porque tenía que estar junto a Susana, Iñaki; Ekaitz junto a Libe y junto a mi compañero de Zebel y gran amigo y con todos esos pequeños guerreros luchadores, por todas las familias que luchan contra esta lacra llamada leucemia (cáncer infantil) gracias a todas las personas que asistieron por ser como son, por compartir una pequeña galaxia llena de magia, amor y positivismo. Un placer haber tomado parte de una noche que jamás olvidaré porque yo estuve allí.
María Oñate
Impulsora de la campaña ‘Sortu eta eman poza – Crea y dona alegría’
Yo estuve allí, no era negociable, no había excusa, sentía que debía ir. Cuando te involucras en algo debes ser coherente, o al menos intentarlo. Fue la excusa para aparcar las obligaciones, las responsabilidades y salir, a pasarlo bien. La cita era en el antzoki, con varios grupos más o menos conocidos, no importaba. Al entrar sonrisas, abrazos, alegría. Conocer a personas con las que he ido hablando de manera habitual, compartiendo un proyecto. Ponerles cara. Cariño, mucho cariño.
Poca gente, un poco de decepción, eso sí es verdad. Esperaba otra Marea Naranja como la que inundó Durango meses atrás, pero ya lo dijo Alain, cantante de Guda Dantza: “No estamos pocos, estamos los que tenemos que estar”. Y así fue, por que quien fue lo sintió como su fiesta, como un momento de celebración, de emoción y de alegría. De tristeza por los que nos ven desde la galaxia pero a quienes los suyos sienten en cada poro. Y alegría de nuevo, viendo darlo todo a esos grupos, que si antes no conocía mucho ahora ya los escucho con cariño porque yo estuve allí.
Cristina Molera
Activista porSahara de Tarragona
Yo estuve allí, sí, en primera fila.
Quizá tú no me viste, ni tampoco él, ni ella, pero yo estaba entre la Marea Naranja, bailando, saltando.
Lo sé porque lo sentí; no me hizo falta cerrar los ojos, lo estaba viendo y disfrutando.
Cuesta entender que vivas momentos que no has vivido, ¿verdad?
Solo hace falta desearlo, así de simple.
Pero que yo estuviera o no es insignificante.
Solo importan ellos, esos pequeños y pequeñas que día tras día luchan por sobrevivir.
Y por ellos hay que seguir investigando, peleando y lo que haga falta.
Por eso mismo, yo quise estar ahí y no estando… yo estuve allí. Y tú, ¿estuviste con ellos?
Alain Beraza
Cantante del grupo Guda Dantza
«Yo estuve allí. Sí, tal y como oyes, yo formé parte de la marea naranja que causó estragos el pasado sábado en Durango. Todo comenzó a las 17.45. A pesar de que los pronósticos del diario Mugalari advertían que el oleaje iba a ser extremadamente intenso, decidimos poner en marcha el catamarán y zarpar hacia Durango.
Al llegar a nuestro destino la Amatxu de Ekaitz nos advirtió que la tormenta iba a ser más poderosa de lo esperado. Nos comentaba que los «pequeños grandes» de la zona esperaban con ilusión nuestra llegada, cosa que nos dio más fuerzas ya que uno de nuestros propósitos era contentar a esos pequeños que estuvieron apoyando a Ekaitz en sus momentos más álgidos. Poco después del desembarco comenzamos a probar la artillería, todo tenía que estar listo para el abordaje de esa noche.
Por fin llegó la hora de la tormenta. Cuando todos los miembros de la tropa «marea naranja» estábamos a bordo del buque Plateruena, el capitán recitó un emotivo discurso de motivación. Acto seguido cargamos nuestros rifles musicales con balas de esperanza y salimos al abordaje. Con la ayuda de la tormenta, conseguimos salir victoriosos de nuestra batalla contra el cáncer infantil. Poco después, las nubes se disiparon y avistamos una isla a lo lejos… Al llegar a la isla descubrimos un tesoro, nada más ni nada menos que 2.260 medallones de oro que serán destinados para seguir luchando contra los tumores cerebrales. ¡Una victoria en toda regla!
A pesar de que el pasado sábado conseguimos vencer una batalla contra el cáncer infantil, tenemos que ganar la guerra y acabar de una vez con esa maldita lacra. Mientras esta dichosa enfermedad siga existiendo, seguiremos siendo el fuerte oleaje que se lleva por delante todo aquello que se interpone en su camino. Seguiremos.
¡Únete a la Marea naranja -color que distingue la leucemia- y lucha contra el cáncer infantil!» Yo estuve allí.
Mikel Petite
Librería Petite (Abadiño)
«Yo estuve allí», decía el árbol que brotó en el kafe antzokia el pasado 6 de Junio, un esqueje a la esperanza e ilusión por una investigación por el cáncer infantil.
No había excusas para faltar, no valía el que al día siguiente hubiera que madrugar para ir al tajo. El tajo el sábado estaba en Plateruena: los peques nos reclamaban, los peques y no tan peques, porque quién puede decir que el día de mañana no seas tú quien padezca cáncer. ¿Quién está libre?
Tampoco había excusa de nuestros peques. Dejamos con los aitites y ¡ale!: ya teníamos, además, una excusa perfecta para disfrutar de una noche de novios.
La velada empezó con una buena noticia, una noticia en el que nos comunicaban que dos proyectos salieron adelante con el dinero recaudado en la Marea Naranja de marzo, una marea naranja en la que el sábado creo que no fue suficiente. Sentí un sabor agridulce. Sabor amargo, además, el que me dejaron los políticos que no sé si acudió alguno, los mismos que hace un par de semanas nos llamaban para y hacia su causa saliéramos a la calle. Pero el sabor amargo se fue enseguida, Guda Dantza, el grupo que tenía muchas ganas de ver en directo, salieron y lo dieron todo. Unos jóvenes que se hicieron enormes encima del escenario. Siguieron Zebel, quienes con un emotivo vídeo nos sacaron las lágrimas a más de uno.
Con pena nos tuvimos que ir a mitad del concierto de Zebel. El reloj nos llamaba, pero cuando llegó la hora de cerrar las persianas de mi cara me volvió el sabor amargo: ¿por qué no acudió más personas? ¿Y, los políticos? ¿Estaban viendo el partido Barcelona-Juventus que les parecería más importante? Luego me vinieron las palabras del cantante de Guda Dantza, diciendo que estábamos allí «los mejores». ¡Y se me cerraron las persianas ogulloso de que yo estuve allí»
Bittor Asteinza
Padre de Ibontxu, fallecido por cáncer hace un año
Yo estuve allí, viendo cómo un pueblo solidario volvía a apoyar con su música, su color naranja, sus bailes y sus risas la investigación del cáncer infantil.
Yo estuve allí viendo cómo la familia, los amiguitos del cole y la cuadrilla de mi amiguito Ekaitz se emocionaban escuchando a Jo cantar ‘Storm’ -dedicada a su personita- junto al tío Abu y todo su grupo Zebel.
Yo estuve allí viendo cómo cámaras en mano inmortalizaban este concierto solidario.
Yo estuve allí bailando, al son de la música de esos tres grupos súper solidarios que también aportaron su gran granito de arena por la investigación del cáncer infantil.
Yo estuve allí con todos mis amiguitos de la galaxia viendo como Ama, Aita, Iraia, aunque esta vez no pudo ir y todos sus amigos de La Cuadri del Hospi se volvían a volcar en un evento solidario.
Yo estuve allí como lo estaré en todo lo que mi familia y La Cuadrilla del Hospi organice y estaré además como siempre, alegre con energía y con fuerza y sonriendo.
En definitiva… Yo estuve y estaré siempre. Eutsi Gogor!!!
Iñigo Sarasua
Exbajista de Zebel y miembro de Salyba
Yo estuve allí.
Y os lo juro que lo vi.
Lo vi desde la mañana cuando me ponía la camiseta naranja de ‘PELONES’ para salir a la calle.
Lo vi cuando nos disponíamos a dar el último ensayo para que la máquina estuviera engrasada.
Lo vi en los ojos de Liam San Cipriano Keen mientras degustabamos la comida y jugueteaba alrededor nuestro.
Pero no le pude poner nombre.
Lo vi en los gestos de los de Zebel. En la emoción de Libe y en la inocencia de Liher.
Lo sentí en el violín de Marta ensayando antes de entrar a escena.
Lo vi en los ojos de Maite. Mi compañera Maite.
En el reflejo de la cámara de un mugalari y en un niño rubio que sobre el escenario observando como esponja en piscina olímpica.
Lo vi en todos y cada uno de los que estuvimos allí.
Lo vi, joder, os juro que lo vi. Pero no le supe poner nombre.
Hasta que llegó el momento. Se me escapó por un pelo cuando le vi al lado de su querido osaba ‘Abu’, sentado, escuchando cómo llevaba el ritmo en su canción. Simplemente escuchando.
Silencio y respeto, osaba esta tocando mi canción.
Y de repente… ¿Dónde habrá ido?, me pregunté hasta que hallé las respuestas cuando la gran Jo Keen se acercó a los niños en un improvisado coro final de Storm.
Ahí estaba él.
Peleando por llegar al micro y cantar su propia canción. Entre dos cabecitas asomaba para darme la respuesta que tanto anduve buscando. ¡El día que estuvimos allí!
Y al final le puse nombre a mis dudas. !Y no tenía uno sino dos! Su nombre es Ekaitz Laraudogoitia del Amo. Su nombre es AMOR.
Posdata: Pero no fue la última vez que lo vi. En el saber estar de Susana e Iñaki lo acabé sintiendo por última vez. ¡Que noche! Y yo tuve la suerte de estar allí.
Susana del Amo
Madre de Ekaitz Laraudogoitia del Amo
¡Yo estuve allí! En el mejor sitio del mundo, con la mejor música, rodeada de las mejores personas, sintiendo cerca a aitas y amas que por kilómetros no pudieron están a centímetros nuestros pero que esta vida ha hecho que compartamos lo más intenso que jamás viviremos, la lucha de nuestros guerreros y guerreras. Fue tan grande vivir con los amigos de Ekaitz sus nervios desde días antes por ir a su primer festi. Ver sus caras por hacerse fotos con los músicos. Tener de la mano y bailar junto a una guerrera muy especial para Iñaki y para mi, bueno la novia de Ekaitz del hospi.
Oír a los niños al ver la imagen de Ekaitz: «¡Es Ekaitz!» Y ver cantar a Jo con ellos ‘Storm’. Ver trabajar sin parar a todos los que siempre nos ayudáis cuando montamos alguna y nunca nos falláis sea donde sea. Y sobre todo explicar y entregar tripticos sobre donación de médula a futuros heroes que van a hacerse donantes para poder salvar vidas.
Esto hace que todo tenga algún sentido, el único sentido para seguir sonriendo.
Solo quiero que recordéis que todas y todos formamos parte de algo muy grande, la Marea Naranja, la vida. Por eso estamos aquí, para poner nuestro granito de arena y ayudar a que otros vivan. Como decía Ekaitz en las calles de Bilbao un 21 de septiembre: «Busco médulas para mis amigos del hospi». Nosotros somos donantes, ¿y tú?
| Debido a que personas que no pudieron estar presentes quieren hacer donaciones a la Marea Naranja, La Cuadri del Hospi mantiene abierta una Fila Cero del concierto para que puedan decir bien alto: «¡Yo también estuve allí»
Laboral Kutxa
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Etiquetas: Maratón Solidario, Marea naranja, Pelones, Plateruena