El Gobierno vasco señala dos fosas comunes en el cementerio de Durango por el bombardeo de 1937 que tras 78 años continúan sin dignificarse
Iban Gorriti
| El Gobierno vasco publicó un ‘Mapa de fosas comunes de la CAV’. El Ejecutivo de Gasteiz conoce la existencia de dos enterramientos de este tipo en el cementerio Santa Cruz de Durango, pero el Ayuntamiento de Durango no ha dado los pasos precisos para investigarlos
El día 31, como en años precedentes, el Ayuntamiento de Durango oficiará un acto de homenaje a las víctimas de la Guerra Civil. Por la tarde, las asociaciones Gerediaga Elkartea y Kriskitin Dantza Taldea desarrollarán lo que denominan como acto conmemorativo en recuerdo de las víctimas del bombardeo. El acto político y oficial será abierto a la ciudadanía y se llevará a cabo a partir de las 12.00 horas en el interior del cementerio de Durango. El segundo, de carácter asociativo y social, popular, dará comienzo a las 20.00 horas en el exterior del pórtico de Santa María de Uribarri. En este segundo, el actor durangués leerá un manifiesto, cantará la mallabiarra Izaro y la ofrenda floral correrá a cargo del gudari de ANV Gregorio Urionaguena, de Abadiño, y su mujer, Juana Lejarreta -tía del ciclista Marino Lejarreta, como ya avanzamos con entrevista a ellos en Mugalari-.
A escasos metros de los primeros y en la distancia de los segundos, existen dos fosas comunes con restos de personas asesinadas en los bombardeos y ametrallamientos desde aviones caza en Durango el 31 de marzo y días posteriores de 1937. El Gobierno vasco de la época contabilizó 84 personas muertas enterradas en esas fosas comunes. Los discursos que se leen en el acto de homenaje a la víctimas de la Guerra Civil no hacen referencia a estas niñas y niños, mujeres y hombres, aitites y amamas matadas por el odio, restos que 77 años después aún no han sido ni entregados a sus familias ni enterrados con dignidad.
Hay asociaciones de memoria histórica que en otros lugares del mundo, en casos en los que se estima que es complicado llegar a esos cuerpos lo que se hace es «dignificar el espacio», tal y como lo definen.
Aquel informe del Gobierno de Euskadi dejaba para la historia que 42 asesinados fueron enterrados en la fosa número 1. Otros tantos, en la fosa número 2. Y 43 fueron sepultados en panteones. A estos 127 les citan en las credenciales como «de muerte inmediata». El documento, matiza, además, que un total de 131 heridos fueron derivados a hospitales de Basurto, Amorebieta o Deusto. «Fueron dos fosas, es decir, no hubo ataúdes. En aquellos días se hizo popular una frase que decía que «todo lo que sea carne al agujero». Así se decía», evoca Jon Irazabal Agirre, investigador de Gerediaga Elkartea y autor de dos libros monográficos sobre los bombardeos de Durango.
Llegados hasta aquí, cabe preguntarse dónde se ubican esas dos fosas comunes históricas del camposanto vizcaino. Años atrás, el Batallón número 37 Otxandiano de gudaris del PNV, con el objetivo de homenajear a algunos de los hombres de esta formación que murieron asesinados el 31 de marzo en Durango, realizaba un homenaje en un lugar que hoy aún existe.
Los soldados jeltzales subían al camposanto y junto a un a una zona llena de hiedra colocaban flores e incluso ubicaban una caja metálica con una leyenda que hoy no existe. Ahora bien, en la parte trasera de la capilla católica -religión con la que no ‘comulgaban’ los milicianos- que hay en el interior del cementerio hay un monolito que recuerda a este batallón, ante el que el Ayuntamiento hace el acto conmemorativo.
En un momento en el que la memoria histórica está a flor de piel, en el que existe un mapa del Gobierno vasco que contempla lugares de exhumaciones o lugares de memoria, dos fosas que se sabe que existen, -muertos a los que a metros se les recuerda cada año-, aún no han sido investigadas.
Este periódico ha consultado cuáles serían los pasos a seguir en caso de intentar entregar los restos de los asesinados por los fascistas a sus familias.
| «EL AYUNTAMIENTO DEBIERA DAR EL PRIMER PASO» | A juicio de los especialistas, es el Ayuntamiento local quien debe dar el primer paso «ya que el cementerio es propiedad municipal», informan. En el caso de estar interesado, deberá ponerse en contacto bien con el Gobierno vasco o la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Ambas direcciones tienen un convenio desde 2003, renovado todos los años para el tema de fosas, exhumaciones y desaparecidos. La agrupaciónha atendido y atiende las solicitudes y las informaciones de particulares, asociaciones o instituciones.
Otras fuentes consultadas por este diario, informan, además, de que el libro de enterramientos de la época de Durango tiene arrancadas páginas. De forma más concreta, desde octubre de 1936 a abril de 1937, lo que ha imposibilitado aún más el trabajo de los investigadores, así como ha arrojado más silencio sobre estos muertos, antepasados inocentes, olvidados.
La alcaldesa de Durango, Aitziber Irigoras, se ha mostrado hoy partidaria de estudiar los bombardeos de Durango de forma «científica».
La alcaldesa de Durango, Aitziber Irigoras, llama a estudiar los bombardeos de la villa de 1937 “de una forma científica” https://mugakultura.eus/2015/03/18/la-alcaldesa-de-durango-llama-estudiar-los-bombardeos-de-durango-de-1937-de-una-forma-cientifica/
Etiquetas: 1937, 31 de marzo, Bombardeo de Durango