ALERTA ACTÚA EN BERRIZ MAÑANA | «¿Somos conscientes de la dificultad que supone grabar un disco?»

Mugalari

El grupo de metal Alerta actúa mañana en el gaztetxe Hiltegixe de Berriz, sala a la que acude a presentar su nuevo disco: ‘Seguimos creyendo’ (Fragment Records, 2015). Su cantante, el durangués Jabi Peñafiel, llama a la reflexión sobre si somos conscientes del trabajo que supone grabar un disco y que vea la luz. El concierto dará comienzo a las 22.00 horas y tendrá una entrada popular de 5 euros con Fracture como banda invitada.

Jabi Peñafiel

Cuando compramos un disco, ¿realmente somos conscientes del trabajo que ha habido a sus espaldas?

Seguramente, la mayor parte de las veces que compramos un disco, nos llevamos la impresión (quién sabe si por culpa de la piratería…) de que estamos pagando en exceso por ese producto, o hablando sin tapujos, que ese producto es demasiado caro. Pero, ¿realmente estamos valorando o somos conscientes del tiempo de trabajo y el esfuerzo que la producción de ese disco ha requerido?

Curiosamente, cuando lo que compramos es una televisión, un ordenador, un coche o una simple cafetera, no tenemos la misma sensación que con el disco. Somos conscientes y entendemos que en el precio estamos pagando la materia prima, los procesos de fabricación, las horas de trabajo de los trabajadores que forman parte de la cadena de producción, y de hecho, lo consideramos justo. Pues bien, analicemos y reflexionemos sobre los pasos que lleva un disco desde su composición hasta su venta.

El primer punto a tener en cuenta, y aquí empieza el ejercicio de reflexión, es que la materia prima de un disco no es tangible. No es un material sólido que compramos y modelamos hasta llegar al producto final. La materia prima de un disco es el talento, la creatividad, el buen o no tan buen gusto del compositor, en definitiva, es algo que ni se puede cuantificar, ni por desgracia se puede comprar. De ahí, que no seamos conscientes de ello a la hora de pagar por un disco.

En segundo lugar, los trabajadores y el tiempo de trabajo y dedicación de las personas involucradas en la cadena de “montaje” de un disco (dejando al margen a técnicos y/o productores) son los propios músicos. Pues bien, la  mayor parte de la duración del proceso de creación de un disco es el dedicado a componer y diseñar el producto, es decir, el tiempo dedicado a la creación de las canciones. Desgraciadamente, al abonar el precio de un disco, creo que tampoco somos conscientes del elevado volumen de tiempo de trabajo que requiere solamente la composición de las canciones.

Jabi, cantante de Alerta, por los aires en un concierto celebrado en la sala Sorgin de Zaldibar. | PHOTO | I. Gorriti

En tercer lugar, hablaremos de todo el recorrido que hacen las canciones desde su composición hasta su primera reproducción en manos del cliente final. Este proceso, aunque no tan largo en el tiempo como la composición, también es muy complejo, e incluye una serie de gastos, todos, que no se llegan a valorar por parte del comprador.

Por un lado, las canciones hay que grabarlas en un local especializado con sus correspondientes gastos de alquiler del estudio y de contratación de un técnico de grabación. Una vez grabadas las composiciones, hay que proceder a la mezclas, proceso en que se ecualizan los diferentes instrumentos y voces grabadas, intentando que se compensen unos con otros, hasta llegar a ese punto de armonía y simbiosis tan difícil en algunas ocasiones.

| ARMONÍA ENTRE INSTRUMENTOS Y VOCES | Además, una vez llegada a esa armonía entre los diferentes instrumentos y voces, se realiza un último proceso, el de masterización, donde a ese producto casi finalizado, se le realizan unos últimos ajustes en bloque intentando dotarle de esos últimos matices personales que el grupo o solista quiere añadir a su futuro disco. Como veis, esto también implica una considerable cantidad de horas de trabajo para lo cual hay que contratara los correspondientes técnicos de sonido.

Pero un disco no viene solo. Normalmente viene acompañado de un material gráfico que da forma al libreto, portada y contraportada del disco. Este material no sale de la nada por lo que implica la contratación de otra persona cualificada para desarrollar el diseño y creación de éste, lo que se traduce en un nuevo gasto a sumar en el precio de venta del CD o formato en el que se publique.

Montaje de Jabi Alerta en un concierto en el bar Sorgin de Zaldibar. | PHOTO | Iban Gorriti

El último paso previo a la publicación del álbum es la maquetación y realización de las copias del disco, única parte de la que sí creo somos conscientes a la hora de pagar por un disco, dada la similitud con cualquier otro producto del mercado.

Lo que con estas líneas quiero hacer es invitar a la reflexión a todas aquellas personas que ya no compran discos por su “elevado” precio, o a las que todavía lo hacen pero con la sensación de estar siendo engañados, para valorar de una vez por todas si realmente el precio lo merece. Como veis, grabar un disco es mucho más que el mero hecho de realizar cientos o miles de copias de un producto y sacarlo a la venta. Por tanto, empecemos a darle el valor que se merece.

Como mensaje final, un último dato. La realidad, más aún si hablamos de grupos minoritarios como nosotros, es que la gran mayoría de los formaciones difícilmente veremos recuperada a través de la venta de nuestros discos la elevada inversión económica y, sobre todo, la importante inversión de tiempo de trabajo dedicado.Por eso, y por respeto al duro trabajo realizado, por favor, comencemos a reflexionar antes de despreciar y/o calificar como caro cualquier disco que tengamos entre manos.

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