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La familia de Ekaitz, niño de Durango fallecido por leucemia el pasado miércoles: «Eskerrik asko a todo el MUNDO»

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La familia de Ekaitz el día que el niño cumplió 2 años. En la foto, el padre, Iñaki, viste camiseta roja, la madre, Susana, a su lado con el luchador en sus brazos. | PHOTO | Cedida por la familia

Iban Gorriti / Libe Laurodogoitia

 

«Eskerrik asko a todo el MUNDO». Con seis palabras, la familia de Ekaitz Laurodogoitia Del Amo quiere llegar a cada una, a cada uno de vosotros. Quieren trasmitiros por medio de estas líneas cada abrazo, escucha atenta y detalles que en el día a día podrían pasar desapercibidos, pero que tras la pérdida del txikitxu son tan grandes como los dragones que él supo domar, cabalgando hasta el último día -pasado miércoles- la vida sonriente.

«Queremos dar las gracias a todas las personas que nos conocen y a las que no, incluidas las que han escrito espontáneas en las redes sociales», subrayan conocedores de que en este mundo roto también hay corazones solidarios sin fronteras. Empáticos.

Quienes firmamos hemos publicado el siguiente texto hoy en www.deia.com. La familia quiere compartir contigo sus palabras más sinceras en este texto reflejadas. 

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Montaje fotográfico del paso de Ekaitz y su primo Liher por San Mamés el pasado sábado. | PHOTO | Cedida por la familia

 

El ejemplo de un niño de 6 años con cáncer y papos traviesos

Un ‘cachorro’ que quiso ser ‘león’ rojiblanco

I. Gorriti

Son ejemplo. Y el mundo cambia con ejemplos. Érase una vez un ejemplo: el 21 de junio de 2008 nacía un niño en un parto común aunque duro, pero el mejor día para el bebé, su madre y su padre. Hacía un sol ejemplar. Sus progenitores Susana e Iñaki le pusieron de nombre Ekaitz, tormenta en euskera. Han vivido juntos, siendo uno, seis años, hasta el pasado miércoles que unas células pudieron no con él, optimista invencible, sino con su coraza.

El txikitxu de Durango no se rindió ante nada nunca. Jamás. Su padre y su madre, tampoco. Fueron, son y serán ejemplo, sobre todo, por la naturalidad que le han dispensado a su hijo. “El 28 de agosto de 2012 le diagnosticaron la leucemia y dijimos: Ekaitz no va a vivir enfermo, va a vivir la vida con la enfermedad”, diferencia la madre a DEIA. Y así han transcurrido dos calendarios. “Todos y cada uno de los días nos ha dado algo bueno. Incluso el 10 de septiembre que en Madrid nos dieron la mala noticia y decidimos que Ekaitz los días que le quedaban con nosotros los iba a vivir. Nos vinimos a casa. Él no iba a morir en el hospital”. Era jueves y se cumplió el mayor deseo del día para Ekaitz. “Aunque estamos cansados, no quiero ir a casa sin ir antes al… pintxopote. Vosotros bebéis algo y yo juego con mis amigos”, les hizo sonreír y confirmar el deseo que ha primado en cada respiración: “Hacerle feliz. No tener planes. Él decidía, mandaba”.

El miércoles dejó de chutar el balón, de andar en skate, de gritar ilusión… La fatiga era demasiada y ama y aita quisieron dormir juntos con él. Los tres. Ekaitz, su esencia cerraba los ojos entre los brazos que siempre le arroparon con ejemplo. Habla su tía Libe: “Al conocer la noticia, pensamos que, al menos, ahora estará con algunos de sus compañeros de hospital que tanto quiso. Estará con el balón dando por saco, seguro”, se emociona.

En el hospital madrileño también fue ejemplo. No pasó desapercibido. Era quien alegraba los días y sus noches. Solidario, levantaba el ánimo de otros ingresados. “Ekaitz llegó a ser el mejor amigo de niños que por la enfermedad nunca tuvieron amigos”, apunta la madre. De hecho, en aquella ciudad alquilaron una vivienda. El de Durango, “todo pitxi” agrega la madre, iba por la calle con su skate y se ponía la máscara. “Un niño le dijo que a ver por qué la llevaba. Él le respondió: Para que no me contagiéis, y se reía. Ha sido siempre consciente de su enfermedad y de qué es vivir”.

Ekaitz saca seis meses a su primo Liher, como un hermano. Ayer el segundo, al ir al colegio hizo una pregunta a Libe y Karlos, sus padres. “¿Y si en el cole lloro al acordarme de Ekaitz?”. “Le hemos dicho que llore lo que sea, que es bueno, que ya hemos mandado una nota a la andereño”.

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Liher, de azul, y Ekaitz. ¡Rebeldes con causa! | PHOTO | Cedida por la familia

| Me dijo que a ver si veía yo a otras madres acompañando al resto de niños | Y es que el mismo sábado, ambos de la mano visitaron San Mamés, campo del club del corazón de ambos. Fueron dos de los niños y niñas que se retrataron con el equipo en la cita contra el Celta. Con naturalidad, sin distinción. “Quise acompañarle -dice la madre-, porque ya se cansaba mucho y sacó fuerzas. Me dijo que a ver si veía yo a otras madres acompañando al resto… Fueron y volvieron contentos juntos, andando”, dando ejemplo una vez más.

El lunes quiso ir a la piscina. “¡Y, claro, fuimos!”. No se bañó porque le parecía el agua fría. “Y nos dijo: igual para mañana ya se ha calentado y me puedo bañar”. Les conmovió.

El miércoles llegó el abrazo y ya al mediodía todo Durango se vino abajo. Ánimo. Transmisión de cariño. Lloros. Alguna tímida sonrisa al recordar las travesuras del optimista de los papos sonrientes… “Como padres para nosotros ha sido no un orgullo, lo siguiente. Estamos superorgullosos de haber vivido con él estos seis años. Hasta en los peores días nos ha dado lo mejor de él. ¿Qué más podemos pedirle?”, lo dice una madre que junto con su padre han removido el mundo y resto de planetas para encontrar la médula que le salvara. En materia de donación son un ejemplo. El mismo niño estuvo recogiendo firmas en Bilbao “para otros niños como yo”, decía. Y al recaer un mes después, les sorprendió: “Tranquilos, ahora estarán otros niños pidiendo que donen médula para mí”. Aun así, Iñaki y Susana estiman que quien ha dado ejemplo de lucha ha sido su hijo. “Este mes, le preguntábamos al acabar el día: ¿Qué ha sido lo mejor de hoy? Y nos respondía: Estar con vosotros”.

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El ‘león’ Ekaitz. | PHOTO| Cedida por la familia

 

Y el grupo Zebel convierte a Ekaitz en canción para siempre

I. Gorriti

El fallecimiento de Ekaitz ha creado una ‘tormenta’ de reacciones. Las redes sociales se han ‘enredado’ con tanto mensaje de cariño, reconocimiento y admiración. Pero el caso, más ‘sonado’ es que el tío del niño, Carlos, al que él le llama ‘Abu’, le ha compuesto una canción con su grupo de rock Zebel. La pena es que no han llegado a tiempo a enseñársela grabada. «La grabaremos este sábado, pero él ya le conocía y movía la cabeza al estilo heavy», sonríe su tío con el apego a cuestas. Él quería tocar, como ‘Abu’ la batería.

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Foto de una de las formaciones de Zebel. | PHOTO | Cedida por Zebel

 

«En un mundo de caballeros y dragones donde reina el pequeño gran hombre», relata la canción en inglés titulada ‘Storm’, -significado de su nombre- haciendo referencia a que él solía decir que le iban a meter dragones -por la quimioterapia- que podrían con las células destructivas.

Narra el tío Carlos una anécdota que le causó un escalofrío anoche. «Salí al balcón a fumar y estaba escuchando música con auriculares en modo aleatorio. Y pensé: que suene ahora su canción, que suene ‘Storm’. ¡Y justo, la siguiente fue esa! Miré al cielo y pensé: ¡Estás ahí canalla!».

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Logo de la canción ‘Storm’ (Ekaitz) de Zebel.

 

Y sus compañeros de Nevers Ikastetxea le dicen: «Has luchado bien contra los bichitos. Nunca dejarás de ser nuestro mejor amigo»

Otra reacción llegó del colegio Nevers Ikastetxea donde estudiaba. Aún iba Ekaitz si podía. Es más, sus compañeros sabían cuál era la habitación de su casa en Durango porque habían colgado una bandera del Athletic. «Así cuando pasaban por debajo se acordaban de él», explica la familia. Algunos, incluso, fueron a visitarle a Madrid. El colegio ha difundido un mensaje. «Con enorme cariño y profundo dolor, le decimos: ¡Muchas gracias!, no podremos olvidar nunca que tuvimos la fortuna de que estuvieras entre nosotros. Otro luchador, otra estrella en el cielo. Cuida desde arriba a los tuyos. ¡Vuela alto guerrero! Beti gure oroitzapenean eta bihotzean egongo zara».

El próximo miércoles 29 de octubre, a las 16.30 horas, la escuela de Durango celebrará «un acto en su recuerdo».

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Foto publicada por los compañeros de Ekaitz de Nevers Ikastetxea.

Los compañeros de su gela le han dejado un mensaje escrito en la pizarra con tiza de color emocionante. «2014ko urriaren 21a, asteazkena. Te queremos mucho mucho. Has luchado muy bien contra los bichitos, pero no has podido. Nos da mucha pena. Eres nuestro mejor amigo. Guerrero Sendocai. Nos gustaría jugar contigo, que estuvieses aquí. Te echaremos muchísimo de menos. Siempre estarás en nuestro corazón. Nunca dejarás de ser nuestro mejor amigo». 

Un cartel, además, le recuerda: «Gogoan zaitugu»con sus compañeros saludándole.

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Foto publicada por Nevers Ikastetxea.

Un primo de Ekaitz como es Gonzalo Díaz Alvarado, también se emociona al hablar de él: «Siempre estarás con nosotros, ¡primo! Gracias por ayudar a tantos niños en la donación de médula. Nos has dado un ejemplo. Me quedo con muchas cosas pero sobre todo con tu energía y tus ganas de vivir. Te quiero, enano».

Te quiere, Ekaitz… todo el MUNDO. 

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Cómo donar médula ósea para salvar vidas

La persona solidaria que quiera donar médula ósea debe seguir tres pasos:

1.- La primera, “querer salvar una vida”, informa la familia de Ekaitz.

2.- La segunda: Llamar al centro de coordinación de trasplantes de Bizkaia, al teléfono 94 403 36 01 (suele dar en ocasiones colapsado, y se puede llamar directamente al Hospital de Galdakao-Usansolo). “Ellos te darán cita y te enviarán información”, matizan.

3.- Y, tercero: “Acudir a la cita donde te harán una pequeña entrevista y si estás de acuerdo firmarás el consentimiento y te harán un simple análisis de sangre”.

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Foto de Ekaitz publicada por Nevers Ikastetxea.

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