POLÍTICA | JAVIER COUSO | «Cuando salga de la política terminaré en la precariedad laboral de la que venía»
Mikel Miranda
El 8 de abril de 2003 es una fecha que Javier Couso (Ferrol, 1968) nunca olvidará. Ese día, su hermano José era asesinado por el ejercito americano durante la invasión de Irak. Desde entonces, tanto él como su familia siguen luchando por que se juzgue a los responsables de la muerte del cámara de televisión gallego y por depurar las responsabilidades políticas tanto estadounidenses como españolas.
Desde que el pasado mes de junio asumiera su escaño como eurodiputado por Izquierda Unida, es su hermano David quien lleva la portavocia para el esclarecimiento y búsqueda de justicia. Un hecho que, no obstante, no le impide continuar con esa lucha desde su escaño en Bruselas, donde compagina esa labor con la de experto en cuestiones de relaciones internacionales, geopolítica y movimientos sociales. Recién aterrizado de Bolivia, donde ha encabezado una delegación de acompañamiento electoral europea, atiende a mugakultura.eus mientras prepara otra vez las maletas para asistir el próximo día 26 a las elecciones parlamentarias ucranianas.
¿Cómo ha sido la experiencia de participar en unas elecciones como observador en Bolivia?
Es la primera vez que he hecho algo así y ha sido una experiencia muy enriquecedora. Acabamos de emitir un informe donde se refleja que se han conseguido todos los estándares de transparencia. Se han producido fallos menores, como en cualquier otro lugar, pero tanto nosotros, como la ONU y las distintas asociaciones de Derechos Humanos hemos coincidido en la fiabilidad de las elecciones.
¿Lo de viajar es una vocación que le viene de lejos?
Siempre he tenido esa inquietud porque viajando se aprende muchísimo. Cuando tocaba en una banda de música -‘Sin Dios’- lo hacia constantemente. Luego, por desgracia, debido al asesinato de mi hermano, tuve que asumir la portavocía de la familia y del colectivo de hermanos y amigos de José Couso. Ahora, por ejemplo, acabo de volver de Bolivia y dentro diez días me marcho a Ucrania.
¿En qué fase se encuentra el intento de llevar a los asesinos de su hermano ante los tribunales?
Desde que asumí la función política no hablo del caso de mi hermano en particular. Solo hablo a nivel general de las leyes de punto y final que intenta imponer el señor Gallardón.
Usted ahora es europarlamentario por Izquierda Unida. ¿Esta Cámara puede ser una plataforma para continuar trabajando en esa lucha?
Nosotros ya fuimos al Parlamento en el año 2004. Se solicitó una petición de investigación pero no prosperó mucho. Al ser parte afectada, ahora no llevaré la gestión sobre este asunto, pero le pediremos a algún compañero del Parlamento que lo haga.
Proviene del mundo del activismo social. ¿En qué frentes ha desarrollado su actividad?
Hasta el momento en que asesinan a mi hermano, trabajé a unos niveles muy de base en temas relacionados con movimientos sociales, colectivos antifascistas, antiracistas y en sindicatos. El activismo de una persona normal que quiere luchar en la calle. Posteriormente, me volqué en esclarecer el asesinato de mi hermano y, poco a poco, fui acercándome a la gente de Izquierda Unida. Ahí es cuando empecé a aportar mi granito de arena en temas de internacional y geopolítica.
¿Cómo fue ese acercamiento a Izquierda Unida?
Conociendo a muy buenas personas que apoyaron nuestra lucha desde el principio y nos dieron un soporte. Me integré en un colectivo llamado En Construcción y empecé a militar en Izquierda Unida. Lo hice desde lo personal hasta lo político.
Su llegada al parlamento Europeo vino precedida de la dimisión de Willy Meyer por tener un fondo de pensión en una Sicav.
Es un poco triste que fuera así. Yo sé que no lo hizo deliberadamente pero hay que cumplir con lo que se predica. Es un sentimiento agridulce.
¿Qué labores realiza en Bruselas?
Tengo unas responsabilidades que me satisfacen bastante porque tiene mucho que ver con lo que yo había estado trabajando. La segunda vicepresidencia de la comisión de Asuntos Exteriores, la subcomision de Seguridad y Defensa, temas relacionados con Irak… son una serie de terrenos, tanto el Internacional como la Defensa, sobre los que he reflexionado mucho y creo que estoy aportando bastante.
Hasta las pasadas elecciones europeas, su partido era el único del Estado español integrado en el Grupo Izquierda Unitaria Europea. Ahora también forman parte de él la izquierda abertzale y Podemos. ¿Cómo es trabajar con ellos?
No tengo absolutamente ningún problema. Soy amigo de mucha gente de Podemos, entre ellos Pablo Iglesias, con el que trabajé personalmente dirigiendo un documental sobre el control de los grandes poderes económicos en los medios de comunicación. A Josu, el compañero de Bildu, no le conocía pero tengo muy buena relación con él. Colaboramos desde las diferentes dicciones de la izquierda contra el enemigo común que son esos grandes poderes económicos que subyugan a los pueblos y a las naciones.
¿Usted ve a Podemos como un aliado o como un enemigo electoral?
Evidentemente es un aliado, forman parte de los compañeros en el grupo parlamentario y existe una competencia sana, por lo menos por mi parte y por mucha parte de IU. Tenemos que ser capaces de trabajar para la convergencia de la izquierda.
¿Qué opina de la izquierda abertzale?
Tenemos una simpatía absoluta. Yo no soy independentista y existen discrepancias entre nosotros pero no tenemos problemas en apoyar sus propuestas. Hace poco, por ejemplo, firmé una reclamación para la libertad de los condenados por el caso Bateragune para que Arnaldo Otegi y sus compañeros salieran de prisión.
Al margen de la política, ¿está trabajando en algún otro proyecto?
Estoy intentando acabar un documental sobre la vida de Lolo Rico. Eché una mano en cuanto al montaje y la dirección y en ello ando. También estaba metido en un preproyecto que se iba a llamar ‘Rostros para la paz’ relacionado con el proceso de pacificación en Euskal Herria. Desgraciadamente lo he tenido que dejar porque creo que debo estar centrado plenamente en la labor que hacemos en el Parlamento.
¿En qué consistía ese proyecto?
Estaba centrado en el espectro político de la derecha y de la izquierda que está apostando por la paz en Euskal Herria. Desde personas del PP hasta la izquierda abertzale. La idea era trabajar en tres niveles: el político, movimientos sociales y víctimas.
¿Sigue de cerca el proceso de paz en Euskal Herria?
Lo sigo todo lo que puedo. Me preocupa el inmovilismo del Gobierno español, que parece estar interesado en el conflicto y en no llegar a una verdadera paz. Es complicado solucionar algo cuando hay inmovilismo por una de las dos partes. La mejor manera de dejarles en evidencia sería que ETA anunciara su desaparición porque les dejaría sin argumentos. En cualquier caso, por desgracia para ellos, la paz va a llegar por que la mayoría de actores políticos tienen esa voluntad.
¿Se ve muchos años trabajando en la política o le gustaría realizar otros proyectos?
Llevo muchos miles y miles de kilómetros a mis espaldas y no voy a dedicarme toda la vida a la política. Me gustaría volver algún día al mundo de lo audiovisual o relacionado con la reflexión en el terreno de lo internacional y la geopolítica dado que la música la tengo olvidada completamente. En cualquier caso, intuyo que terminaré en la precariedad laboral de la que venía.