HIGHLINE | Paso firme en el filo del cielo en Mugarra
Kepa Aginako
Dos jóvenes de la comarca vizcaina de Durangaldea ponen rumbo adonde sus pies les lleva. Tocan el cielo. Es más, dan pasos en firme en el filo del aire. Tras pasar gran parte del día montando las cuerdas y la estructura para poder practicar el deporte denominado highline, llega la media tarde. El cooperativista de Inguru Abentura, Xabier Amorrortu, y Bittor Barquero están ansiosos y con ganas de practicar este deporte de riesgo. La disciplina consiste en andar sobre una cinta plana elástica que permite hacer trucos y saltos impresionantes. La actividad al aire libre requiere mucho equilibrio, fuerza, destreza, materia especial y experiencia en seguridad y montaje.
Cerca de Durango, en una cantera abandonada conocida como El Mármol, dos cuerdas fijadas de lado a lado, a una altura aproximada de unos 15 metros mi cámara fotográfica tiene ante sí dos jóvenes dispuestos a enfrentarse a las alturas sin ningún miedo. Yo, en cambio, cada vez que les veo caerse de la cuerda se me para la maquinaria de mi cuerpo por un pequeño instante, antes de que sus cuerdas de seguridad les sujeten de nuevo.
De antes, había visto realizar este deporte a poca distancia del suelo, conocido como slackline, pero nunca a tanta altura, haciendo este deporte más atractivo visualmente y más emocionante para el que lo practica. Y sin aliento para quien obtura.